La UNSL convocó a participar de la marcha federal por los salarios y en rechazo al veto

El mensaje fue un llamado a la unidad y acción de la comunidad universitaria en Argentina, que incluye docentes, no docentes, estudiantes y autoridades ante la difícil situación económica que atraviesan las casas de altos estudios. La marcha se convocó para el 2 de octubre. La concentración comenzará a las 17:30 para comenzar a las 18:00.

Aún no se diagramó el recorrido. Sí, se aclaró que finalizará con la lectura de un comunicado en la Universidad Nacional de San Luis donde también habrá jornadas de concientización.

El rector de la Universidad Nacional de San Luis y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, brindó este miércoles una conferencia de prensa junto al secretario General Raúl Gil; secretario General de la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de San Luis (Apunsl) Omar Quinteros; secretaria General de Sidiu, Jimena Juri Ayub; secretario Adjunto de ADU, Diego Costas y centros de estudiantes.

Moriñigo indicó que parece mentira que cinco meses después, las universidades estén en el mismo punto de partida en el que estaban el 23 de abril, donde “no fue suficiente el enorme apoyo que la sociedad nos dio ese día” y a quienes les solicitan que vuelvan a ayudar a marchar en paz y con mucha fuerza.

“La situación no ha mejorado, sino que viene empeorando, incluso mes a mes, porque es inexplicable como se apuesta la recuperación del salario cuando, por ejemplo, la semana que viene el aumento salarial sea del 2% y seguramente la inflación esté alrededor del 4%. Entonces, de esa manera es imposible que los universitarios estén al menos igualados al sector estatal de otras actividades. Hay una diferencia del 20% en ese sentido y casi del 50% contra la inflación total”, manifestó el rector.

A su vez, explicaron que, según el cargo a fines del 2024, los docentes van a haber trabajado cuatro meses gratis teniendo en cuenta la baja del poder adquisitivo.

“El Gobierno no sabe, no puede, no quiere y no encuentra ninguna manera, con lo cual nosotros abrazamos la única manera que entendemos, que es salir a la calle y concientizar. No tiene que ver con ningún reclamo sectorial de quienes hoy estamos aquí, sino con algo mucho más profundo, que es que cada uno de los hogares argentinos no van a poder contar con la universidad, que es la generadora de una esperanza y un futuro mejor para nuestros jóvenes”, subrayó Moriñigo.

Por su parte, el secretario General de la Universidad Nacional de San Luis, Raúl Gil indicó que la idea de la convocatoria es hacer extensivo a toda la comunidad y familia universitaria que acompañen para que el mensaje llegue a las esferas del gobierno porque “los trabajadores docentes y no docentes realmente están pasando por situaciones muy críticas y tenemos poca memoria de otra situación igual en el pasado reciente”.

El secretario general de la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de San Luis (Apunsl), Omar Quinteros sostuvo: “Creemos y estamos convencidos que sin educación no hay futuro. ¿Quién no tiene un amigo, un pariente, un hijo que pasó, pasará o vendrá a la universidad?, por eso tenemos que estar todos unidos en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad que merecemos los argentinos para una gran Nación”.

Las actividades están siendo coordinadas con sindicatos de las sedes de Villa Mercedes y Merlo para tener tres grandes marchas como ocurrió el 23 de abril.

Los oradores de los centros de estudiantes invitaron a la comunidad a ser parte de la lucha en defensa de la universidad y su papel crucial en la sociedad. “Entendemos que un sistema universitario y un científico-tecnológico, es indispensable para construir una patria independiente, con futuro y soberana”, concluyeron.

El eventual veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que el presidente Javier Milei ya adelantó que efectuará, caldeó los ánimos de la comunidad educativa. Lo que hace es equiparar lo salarial al 31 de diciembre de 2024 y aumentos bimestrales en función de la inflación.

Al mismo tiempo tienen en cuenta que el presupuesto para el año 2025 contempla una asignación de $3,8 billones, la mitad de las partidas que calculaban los rectores para un funcionamiento normal de las universidades con actualizaciones salariales acorde.